Si hoy apagáramos todos los dispositivos electrónicos a nuestro alrededor durante tan solo 24 horas, la mayoría de las personas no sabría qué hacer con su tiempo ni con su atención. Sentirían ansiedad, incomodidad, aburrimiento, incluso angustia. No porque necesiten el teléfono móvil como tal, sino porque han sido condicionadas a depender de él… ¿Te ha pasado? Esto, hace apenas 30 años no se miraba. Esta es una señal clara de un fenómeno que silenciosamente se ha vuelto parte de nuestra fisiología: la adicción digital.
La salud es más que comer bien; también implica revisar qué estímulos entran por nuestros ojos, cuánto tiempo pasamos frente a una pantalla y cómo esto afecta nuestro sistema nervioso, emocional, hormonal, inmunológico y metabólico.
Hoy vivimos expuestos a más información en un solo día que nuestros abuelos en toda su infancia. La velocidad de respuesta, la hiperconectividad constante y la imposibilidad de desconectar de la tecnología y de todo lo digital, se ha...
La calidad de tus relaciones puede interferir en tu salud mucho más que los alimentos que consumes… Durante mucho tiempo, la salud fue entendida como un fenómeno individual, aislado, casi mecánico: un cuerpo enferma, se diagnostica, se trata. Sin embargo, las investigaciones más recientes en neurobiología, epigenética, inmunología y psiconeuroendocrinología revelan algo que culturas ancestrales ya sabían: no hay salud plena si nuestros vínculos están rotos, distorsionados o desconectados. Las relaciones humanas; lo que sientes cuando convives, cuando te vinculas, cuando amas o incluso cuando sufres, impactan directamente sobre tus sistemas biológicos.
Los vínculos no son solo experiencias emocionales; son procesos biológicos compartidos. Cada vez que te sientes en peligro por un conflicto, que discutes con alguien que amas, que vives en un ambiente de crítica constante o que te aíslas por protección, tu cuerpo interpreta esa situación como un estado de alerta, o lo que es peor, co...
¿Te has preguntado por qué cada vez hay más niños con problemas de sueño, hiperactividad, ansiedad, intolerancias, alergias y baja energía? O… ¿Por qué un sistema nervioso tan joven parece ya agotado desde los primeros años de vida? En una época en la que contamos con más tecnología, más comodidad y más información que nunca, resulta paradójico ver que las generaciones más pequeñas parecen ser también las más enfermas. Y no se trata solo de genética o de suerte, sino más bien del entorno, de biología y de su propio ritmo y naturaleza, pero sobre todo, se trata de una desconexión total con las necesidades reales de un cuerpo en desarrollo.
La salud infantil debe verse de manera integral y no se debería limitar a contar macronutrientes en una dieta ni mucho menos a pensar únicamente en incluir todos los grupos de alimentos como la clave de una correcta alimentación. La salud de los niños debería abarcar lo que realmente estructura el bienestar de un niño: la forma en que duerme, come...
¿Alguna vez te has sentido con cansancio, sin energía o con hambre a altas horas de la noche, incluso cuando “aparentemente” estás comiendo bien y durmiendo suficiente? Esta sensación es más común de lo que creemos, y muchas veces no se debe a una falta de nutrientes o a un problema médico, sino a una desconexión con uno de los sistemas más importantes de nuestro cuerpo: los ritmos circadianos. Si hablamos de Nutrición Moderna, comprender y respetar nuestro reloj biológico es un pilar fundamental para recuperar salud, energía y longevidad, priorizando 3 puntos claves e importantes: cuándo comemos, cuándo dormimos y cuánta luz natural recibe nuestro cuerpo cada día.
La ciencia de los ritmos circadianos ha revolucionado nuestra comprensión del metabolismo humano. Estos ritmos son ciclos biológicos de aproximadamente 24 horas que regulan casi todos los procesos del cuerpo: la secreción hormonal, la temperatura corporal, la reparación celular, el sistema inmunológico, la digestión y la ca...
Por décadas nos han recomendado comer tres veces al día, o incluso más, como la norma ideal para la salud. Esto, debido a la falsa creencia de que comer varias veces al día o a cada rato aceleraría el metabolismo… ¡Vaya trabajo, estrés y presión en el que pondríamos al cuerpo!
Para muchas personas, desayuno, almuerzo y cena se presentan como pilares incuestionables del bienestar, complementados muchas veces por snacks o pequeñas comidas en medio para “mantener activo el metabolismo”. Pero, ¿alguna vez nos hemos detenido a cuestionar si esta estructura es coherente con la biología humana? ¿De dónde surge realmente la idea de comer tres veces al día? ¿Y qué efectos tiene, en términos metabólicos y circadianos, obligar al cuerpo a fraccionar constantemente su actividad digestiva?
Históricamente, el patrón de tres comidas diarias no es un mandato biológico, sino algo que se ha ido construyendo de forma cultural relativamente reciente. Antes de la revolución industrial, los seres h...
En los últimos años, la conversación sobre alimentación saludable se ha expandido de forma acelerada. Cada día surgen nuevas dietas, protocolos, tendencias, retos virales, listas de “buenos” y “malos” alimentos. Se calcula que una persona promedio recibe entre 20 y 30 mensajes al día relacionados con nutrición. Sin embargo, paradójicamente, los índices de enfermedades crónicas asociadas a la alimentación: obesidad, resistencia a la insulina, ansiedad alimentaria, alergias o inflamación crónica, continúan en aumento. ¿Qué nos está faltando? ¿Por qué, a pesar de tener información al alcance de todos, seguimos sin poder resolver el problema?
La respuesta puede ser más profunda de lo que parece: el problema de fondo no es únicamente el alimento que se elige, sino el grado de desconexión que las personas (niños y adultos) tienen con su propio cuerpo. La desconexión con el cuerpo no es una condición clínica reconocida, sino algo que afecta la forma en que comemos, dormimos, sentimos hamb...
Desde hace algunos años y gracias a la nutrición moderna, es que hemos visto la necesidad de dejar de enfocarnos únicamente en “qué” comemos para comenzar a cuestionar y valorar profundamente también el “cuándo” comemos. Este paso en nuestra evolución, nos ha permitido aceptar de una mejor manera que un cuerpo no entiende únicamente de calorías, sino de nutrientes y que además, su buen funcionamiento y salud a presente y futuro, están directamente relacionados con nuestro ciclo y ritmo natural. Así es, los horarios en que comemos afectan la salud metabólica, hormonal, inmunológica y cerebral. Comer en sincronía con el ritmo circadiano puede ser tan importante como la calidad nutricional de los alimentos elegidos.
El ritmo circadiano es el reloj biológico interno que regula la actividad fisiológica a lo largo de un ciclo de aproximadamente 24 horas, anticipa los cambios ambientales (principalmente luz y oscuridad) y sincroniza procesos como la correcta producción hormonal, la sensib...
Durante los últimos años, el ayuno intermitente ha tomado fuerza de nuevo, tal cual como se hacía en la época de nuestros antepasados. Ganando cierta popularidad como estrategia para perder peso, mejorar la sensibilidad a la insulina, estimular la autofagia celular, potenciar la salud metabólica, y poner al cuerpo en estado de descanso y desconexión para reparar todo aquello que necesita reparar, entre muchos otros beneficios más. Sin embargo, siempre surge la duda de que si es una práctica ancestral tan buena, entonces debería ser practicado por los niños también.
En una actualidad donde los índices de obesidad infantil siguen aumentando al igual que ciertas condiciones en la salud como resistencia a la insulina por ejemplo, cada vez son más las familias que buscan estrategias efectivas para mejorar la salud de sus hijos.
En redes sociales y plataformas digitales no es raro encontrar recomendaciones para que los niños “desayunen más tarde” o se “acostumbren a comer menos vece...
Algo que a la mayoría nos interesa es llegar a viejos sintiéndonos sanos y libres de enfermedades, pero sobre todo, nos interesa seguir sintiéndonos jóvenes y con buena calidad de vida.
La longevidad no es solo una cuestión de genética, sino de decisiones diarias que optimizan la salud a nivel celular. Si de Nutrición Moderna hablamos, el envejecimiento saludable ya no se trata solo de evitar enfermedades, sino de potenciar la vitalidad, la función cognitiva y la resistencia física a través de estrategias correctas y sostenibles en el tiempo.
Entre dichas estrategias para “desacelerar” el envejecimiento podríamos mencionar: la alimentación ancestral o ceto-carnívora, la exposición solar, la terapia de luz roja, la terapia de frío y la modulación de las frecuencias electromagnéticas, etc. Estas prácticas han demostrado ser clave para mantener la salud y la energía, la claridad mental y la funcionalidad muscular.
La alimentación ancestral (como comían nuestros antepasados), c...
En la era moderna, vivimos desconectados de los ritmos naturales que han regulado la biología humana durante muchos de años. La exposición constante a luz artificial, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y con esto la exposición a las frecuencias electromagnéicas y una alimentación basada en productos ultraprocesados y con horarios alterados, sumamente desincronizada con el ciclo circadiano natural, han afectado profundamente nuestra salud metabólica, hormonal y mental.
El ciclo o ritmo circadiano es como un reloj biológico interno que regula los procesos fisiológicos en un período de un día compelto (aproximadamente 24 horas). Está sincronizado con el patrón o ciclo de luz-oscuridad y controla funciones como:
Cuando este ritmo se ve alterado por malos hábitos de sueño, exposic...