Productos como carne para hamburguesa, salchichas, o incluso tocino, todo de “origen vegetal” se han puesto muy de moda durante los últimos años. Y es que, sin entrar en tanto detalle, es visiblemente notorio lo que la gran industria nos quiere vender: la falsa idea de que los productos de origen animal están acabando con nuestra salud. Seguramente has escuchado ya en muchos lados eso de que la carne de vaca causa cáncer. ¡Para nada cierto!
De hecho, uno de nuestros intereses en seguir las líneas de la Nutrición Moderna, es rescatar la alimentación ancestral, la alimentación que comían nuestros antepasados porque es la que nos ha traído hasta aquí. Sin embargo, la guerra allá fuera está fuerte y debemos estar preparados con información.
Los productos ultra-procesados, especialmente los que buscan imitar los alimentos de origen animal, no son para nada nutritivos ni mucho menos saludables. No son más que un producto artificial diseñado en un laboratorio que busca satisfacer otro tipo de intereses.
Una investigación que se publicó en la revista The Lancet Regional Health Europe demuestra que estos y otros alimentos ultraprocesados de origen vegetal incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos ponen en duda la afirmación de que estos alimentos sin carne son buenos para la salud e incluso sugieren todo lo contrario, que los alimentos ultraprocesados representan una amenaza grave para la salud, sean de origen vegetal o no.
El estudio en el que participaron investigadores de la Universidad de São Paulo y del Imperial College de Londres, analizó las respuestas que dieron 126,842 personas cuando se les preguntó sobre su alimentación. Los grupos de alimentos se dividieron en alimentos de origen vegetal o animal, y luego se dividieron en un grupo sin alimentos ultraprocesados y otro con alimentos ultraprocesados como un porcentaje del consumo total de energía. Después, se agregaron los registros hospitalarios y de mortalidad a los datos para recopilar información sobre las enfermedades cardiovasculares. Según los hallazgos, comer alimentos naturales de origen vegetal (no ultraprocesados), como frutas y vegetales, fue beneficioso. Cada incremento del 10% en el consumo de alimentos naturales de origen vegetal se relacionó con un riesgo 7% menor de enfermedades cardiovasculares y un riesgo 13% menor de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, consumir alimentos ultraprocesados de origen vegetal se relacionó con un riesgo 5% mayor de enfermedades cardiovasculares y un riesgo 12% mayor de mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV). "Comer productos de origen vegetal puede ser beneficioso o representar un riesgo; todo depende del nivel de procesamiento de estos alimentos", dijo Renata Levy, autora del estudio por parte de la Universidad de Sao Paulo. Por su parte, Eszter Vamos, autor del estudio por parte del Imperial College de Londres, añadió lo siguiente:
"Aunque los alimentos ultraprocesados suelen promocionarse como alimentos saludables, este estudio demuestra que los alimentos ultraprocesados de origen vegetal son todo menos saludables".
Las personas que llevan un estilo de vida vegano y vegetariano suelen consumir más alimentos ultraprocesados que las personas que llevan una alimentación carnívora, sobre todo productos como "sustitutos de lácteos y carne". Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados de origen animal incluyen:
Los riesgos de estos alimentos artificiales no solo se derivan de sus ingredientes procesados sino también de los aditivos y contaminantes que se forman durante su procesamiento. Según el estudio:
“A pesar de ser de origen vegetal, llevar una alimentación a base de alimentos ultraprocesados puede dañar la salud debido a la composición y los métodos de procesamiento de estos productos. Los alimentos ultraprocesados contienen grasas dañinas, sodio y azúcares añadidos que pueden causar dislipidemia, aterosclerosis, hipertensión, resistencia a la insulina, obesidad y trastornos metabólicos, que son factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Los resultados de nuestros análisis de sensibilidad, que se ajustaron aún más para estos nutrientes, se consideraron significativos, lo que sugiere que es posible que otros factores no nutricionales contribuyan con estas asociaciones, lo que coincide con los hallazgos de estudios previos. Ciertos aditivos alimentarios que se encuentran en los alimentos ultraprocesados, como el glutamato monosódico y los endulzantes artificiales, así como los contaminantes que se forman durante el procesamiento industrial, que incluyen la acroleína, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que podría relacionarse con el hecho de que causan estrés oxidativo, inflamación, disfunción endotelial, desregulación metabólica, resistencia a la insulina y alteraciones en la composición del microbioma intestinal.
Los alimentos ultraprocesados de origen vegetal no tienen una matriz alimentaria intacta y eso podría reducir los niveles de compuestos bioactivos (como polifenoles y fitoesteroles), que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, los componentes de las plantas, como la fibra, podrían tener un impacto positivo en la composición y función del microbioma del intestino grueso, así como ayudar a combatir los metabolitos bacterianos que podrían causar enfermedades cardiovasculares”.
Otro problema importante con las grasas poliinsaturadas, como el ácido linoleico, es su inestabilidad química, que las hace muy susceptibles al daño que causan las especies de oxígeno que se crean durante la producción de energía en las células.
Este daño hace que formen productos finales de lipoxidación avanzada y radicales libres que dañan las membranas celulares, las proteínas, las mitocondrias y el ADN. El ácido linoleico también se descompone en metabolitos dañinos, como los metabolitos de ácido linoleico oxidado, que deterioran bastante la salud. Luego, estos productos finales de lipoxidación avanzada y metabolitos de ácido linoleico oxidado causan disfunción mitocondrial, que es una de las características distintivas de la mayoría de las enfermedades crónicas.
Según una investigación que se publicó en la revista Obesity Reviews:
"Los alimentos ultraprocesados son uno de los productos más populares en el mundo moderno, y su creciente popularidad va de la mano con las tasas elevadas de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades no transmisibles que se relacionan con la nutrición, como la diabetes, la hipertensión, otros aspectos de las enfermedades coronarias y 13 de los 15 principales tipos de cáncer".
Además, los autores afirman lo siguiente:
“En la actualidad, todos los países de ingresos altos y muchos países de ingresos bajos y medianos se encuentran en una etapa de transición en la que las enfermedades no transmisibles que se relacionan con la nutrición, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y la hipertensión, dominan la morbilidad y la mortalidad de los adultos, y son muy elevadas o crecen demasiado rápido con respecto a su prevalencia. Además, todos los países de bajos y medianos ingresos experimentan un rápido crecimiento en el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas”.
De hecho, el 61% de la alimentación de las personas que viven en Estados Unidos se compone de alimentos y bebidas procesadas, mientras que en Canadá y el Reino Unido la cantidad es muy similar, con un 62% y 63% respectivamente. “Los alimentos ultraprocesados suelen ser baratos, ricos en energía y contener muchas calorías y pocos nutrientes”, afirma un estudio que se publicó en la revista Frontiers in Nutrition. En la última década, los alimentos sin procesar se volvieron mucho más caros que los alimentos ultraprocesados, lo que llevó a los investigadores a sugerir que "el bajo coste energético podría ser un mecanismo que relaciona los alimentos ultraprocesados con sus efectos negativos en la salud".
Por otro lado, una revisión sistemática de metaanálisis existentes encontró una relación directa entre la exposición a alimentos ultraprocesados y 32 parámetros de salud, que van desde la mortalidad y el cáncer hasta problemas mentales, respiratorios, cardiovasculares, gastrointestinales y metabólicos.
La evidencia sólida demostró que comer más alimentos ultraprocesados se relacionó con un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, ansiedad y trastornos mentales. También se encontró evidencia sólida de que estos alimentos incrementan el riesgo de mortalidad por cualquier causa y enfermedades cardíacas, así como de diabetes tipo 2, depresión, problemas de sueño, sibilancias y obesidad.
Los investigadores dijeron que los alimentos ultraprocesados crean la “tormenta perfecta” para dañar la salud humana: "En los últimos años, se produjo un cambio de alimentos naturales y poco procesados a alimentos ultraprocesados, y poco a poco comenzaron a formar parte importante de los patrones alimentarios globales, lo que se atribuye a factores como los mecanismos de comportamiento, los entornos alimentarios y las influencias comerciales en la elección de alimentos. Estos factores, junto con las características específicas de los alimentos ultraprocesados, deterioran la calidad de la alimentación y representan una amenaza para la salud humana.
Por ejemplo, algunas características de los alimentos ultraprocesados incluyen alteraciones en las matrices y texturas de los alimentos, posibles contaminantes del material del empaque y del procesamiento, al igual que la presencia de aditivos alimentarios y otros ingredientes industriales y su bajo perfil nutricional (por ejemplo, mayor energía, sal, azúcar y grasas saturadas, con menores niveles de fibra alimentaria, micronutrientes y vitaminas).
Aunque aún hay pocas investigaciones al respecto, la evidencia sugiere que tales propiedades pueden incrementar el riesgo de enfermedades inflamatorias crónicas al afectar diversos mecanismos fisiológicos conocidos o plausibles, que incluyen cambios en el microbioma intestinal y mayores niveles de inflamación".
Si la idea de eliminar los alimentos ultraprocesados le resulta abrumadora, véalo de esta manera: no se trata de restringir, sino de sustituir. Cuando elimina estos alimentos poco saludables, deja espacio en su alimentación para incluir alimentos enteros que proporcionan los nutrientes esenciales que su cuerpo necesita para mantenerse en óptimas condiciones. Ejemplo de ello, alimentos densos en nutrientes como carne, huevo y pescado.
No se deje engañar por la publicidad de los alimentos ultraprocesados, no crea que son saludables solo porque utilizan ingredientes de origen vegetal o porque no contienen carne ni ningún otro producto animal. La verdad es que los alimentos ultraprocesados representan una grave amenaza para la salud, contengan o no ingredientes de origen vegetal.
Referencia:
Mercola. 2024. Lanzan una nueva advertencia sobre este tipo de "carne". https://www.tomecontroldesalud.com