El papel de una nutrici贸n correcta en la claridad mental, motivaci贸n y toma de decisiones

newsletter Jan 11, 2025

El inicio de un nuevo año representa una etapa de renovación y cambio y para muchos, un nuevo comienzo. Es un momento en el que las personas reflexionan sobre su vida, definen nuevas metas y trazan caminos para alcanzarlas. Los propósitos más comunes suelen estar relacionados con mejorar la salud, alcanzar un peso ideal, adquirir nuevos hábitos o lograr un mayor bienestar emocional y profesional. 

Sin embargo, lo que a menudo pasa desapercibido es que el éxito en cualquier objetivo no depende únicamente de la fuerza de voluntad o de la organización como muchos creen, sino de un factor fundamental: la nutrición. Lo que comemos afecta o mejora directamente nuestra claridad mental, motivación y capacidad para tomar decisiones, todas habilidades esenciales para planificar, perseverar y ejecutar acciones hacia nuestras metas. Sin un cerebro que funcione óptimamente, incluso los planes más bien estructurados pueden desmoronarse ante la fatiga mental, la falta de enfoque o la desmotivación.

Una nutrición adecuada no solo nutre el cuerpo, sino también la mente. El cerebro es un órgano metabólicamente activo que requiere de ciertos nutrientes de calidad para rendir de manera eficiente. Cuando el cerebro recibe lo que necesita, las personas experimentan mayor concentración, mejores estados de ánimo, una motivación más sostenida y una notable mejora en su toma de decisiones. Por el contrario, una alimentación deficiente en nutrientes esenciales, rica en azúcares, harinas, aceites vegetales y ultraprocesados (todos, productos inflamatorios) puede llevar a lo que muchos conocen como “brain fog” o niebla mental, además de irritabilidad, falta de energía y un desbalance hormonal y por lo tanto emocional que sabotea cualquier propósito a largo plazo.

La nutrición no es un simple medio para alcanzar objetivos estéticos o físicos, sino un pilar esencial para construir una mente fuerte y enfocada, capaz de sostener cambios reales y duraderos.

Alimenta tu Cerebro: Con el correcto combustible tu cerebro tendrá mayor capacidad de concentración y enfoque:

  • Prioriza alimentos densos en nutrientes, especialmente carne, huevo y pescado, o mejor aún, productos del mar como almejas, mejillones, sardinas, etc. Esto, con el objetivo de que tengas buena cantidad de Omega 3 como fuente natural en tu dieta diaria. Su consumo adecuado mejora la memoria y la agilidad mental, además de ayudar a reducir la inflamación.
  • Mantén tu inuslija controlada. Alteraciones en la insulina es el principal “botón” para activar la aparición de muchísimas enfermedades modernas. Esto lo consigues con una alimentación a base de proteínas animales y grasas.
  • Hidratación óptima: Incluso una deshidratación leve puede afectar negativamente la concentración y el tiempo de reacción. Mantente hidratado con agua y electrolictos o bien, agua con pizca de sal marina.
  • Evita mucha exposición a la luz artificial, a ser posible, al atardecer empieza  a usar luz roja en lugar de la típica luz azul que usualmente tenemos en la casa. Aparte de eso, no veas pantallas durante la noche o por lo menos, 3 horas antes de ir a la cama.

 

Cuida tu estado emocional: La motivación, entendida como el impulso necesario para alcanzar metas, tiene también una base bioquímica. La alimentación influye en la producción de neurotransmisores y en el equilibrio de hormonas que regulan la motivación, la energía y la estabilidad emocional.

  • El aminoácido triptófano, presente en carnes y huevos por ejemplo, es precursor de la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”. Una dieta deficiente en proteínas puede disminuir los niveles de serotonina, afectando el estado de ánimo y la motivación. Esta, es también una de las razones por las que recomendamos tanto priorizar el consumo de alimentos densos en nutrientes como mencionamos anteriormente.
  • La deficiencia de hierro afecta la oxigenación cerebral, generando fatiga y desánimo. Alimentos fuentes de hierro como carnes rojas o órganos de animales como hígado por ejemplo, son indispensables en la dieta diaria.
  • Huye de productos procesados, especialmente aquellos que tienen azúcar, aceites vegetales, harinas, colorantes, etc. Estos productos (entre muchas otras cosas) alteran la microbiota de tu intestino, abriendo la puerta para la aparición de muchas enfermedades, especialmente relacionadas con la estabilidad emocional.

 

Toma de Decisiones: Tomar decisiones acertadas requiere autocontrol y claridad mental, dos habilidades dependientes de la nutrición. La fatiga mental, causada por una dieta pobre o desequilibrada, puede llevar a decisiones impulsivas, como abandonar metas o procrastinar.

  • Consumir alimentos que proporcionen energía constante (grasas saludables y proteínas) evita la fatiga mental y el “burnout” a mitad del día.
  • Las dietas altas en ultraprocesados generan inflamación, lo que afecta la neuroplasticidad y las habilidades cognitivas necesarias para la resolución de problemas y la toma de decisiones.

 

La nutrición adecuada no es solo una herramienta para alcanzar metas físicas, sino un pilar esencial para desarrollar una mente clara, motivada y enfocada.