Esta suele ser una de las dudas más comunes en la mayoría de nuestros pacientes de la clínica que están en etapa de embarazo o que sus bebés están en alimentación complementaria. Así que, nada mejor que la Nutrición Moderna para explicar algunos conceptos básicos por aquí y que, si tienes bebés en casa sepas cómo llevar su alimentación desde el inicio, o bien; que puedas compartir la información con quienes la necesiten.
Para empezar, hablemos de la famosa “Dieta Keto”. El objetivo de llevar una alimentación cetogénica o dieta keto como muchos le llaman, no es más que devolver al cuerpo el precioso estado con el que nació, el estado de cetosis. La dieta keto no es una dieta exclusiva para bajar de peso (aunque ayuda) ni mucho menos es una dieta exclusiva para comer sin carbohidratos (aunque esa es la base).
En nuestra opinión, llevar una alimentación cetogénica va mucho más allá de lo que comemos, es un conjunto de hábitos también cetogénicos que se deben ir construyendo cada día.
Si llevamos una dieta keto por los motivos equivocados y teniendo la definición equivocada, acabará por no ser sostenible ni funcional ni para tu salud ni para tu vida, por lo tanto, pasará igual con los bebés y niños.
Como mencionamos antes, los bebés nacen en estado de cetosis. Estado que les permite ir adaptando su metabolismo a los diferentes combustibles y situaciones. Durante los primeros seis meses de vida a través de la lactancia materna exclusiva, los bebés continúan en estado de cetosis ya que la leche materna también es “cetogénica”, a pesar de tener carbohidratos, por ejemplo; tiene un perfil de grasas excelente y adaptado a las necesidades del bebé, por lo que la leche materna les ayuda a mantenerse en cetosis.
Sobre los seis meses de vida del bebé con el inicio de la alimentación complementaria (etapa en la que los bebés ya están listos para probar y comer alimentos diferentes a la leche materna) los bebés pueden perfectamente conservar ese precioso estado, siempre y cuando la introducción de alimentos sea correcta y oportuna.
El principal problema que vemos desde hace unas décadas y aún en la actualidad, es el consumo indiscriminado de productos procesados para bebés: cereales comerciales, papillas de inicio, colados, compotas, jugos, entre otros. Es tan grande la publicidad que se le ha hecho a todo este tipo de productos que pensar que un bebé está listo para comer, es pensar que debe iniciar con un “cereal fortificado de caja”. La mayoría de estos cereales no son más que mezcla de trigo, avena, cebada, arroz, aceites vegetales y azúcares.
Si lo vemos desde esta perspectiva, alimentos para nada cetogénicos, adictivos y altamente inflamatorios.
Un bebé necesita alimentos simples y reales pero densos en nutrientes. Es por eso que las últimas recomendaciones han cambiado y se sugiere empezar alimentación complementaria incluso con carne como fuente óptima de hierro, proteína y grasa.
Si partimos de todo esto que hemos mencionado antes, entonces podemos decir que un bebé puede iniciar su “Nutriaventura” bajo un entorno y estilo de vida cetogénica. Por eso y más, por aquí dejamos algunas recomendaciones: