¿Has escuchado sobre el dióxido de titanio?

Uncategorized Jun 09, 2024

Seguramente si te has detenido a revisar los ingredientes de algunos productos, es posible que entre ellos hayas encontrado “dióxido de titanio” como uno de sus ingredientes. Es un compuesto bastante común en muchos productos alimenticios y corporales como bloqueadores solares, pastas de dientes o incluso cosméticos.

Gracias a lo que la Nutrición Moderna nos enseña cada día, es que vamos siendo más conscientes a la hora de decidir qué producto alimenticio nos llevamos a la boca o que producto nos aplicamos en nuestro cuerpo, de la misma forma; qué productos son los que traemos a casa que contaminarán o no el ambiente en el que vivimos.

Partiendo del hecho que, la nutrición no depende únicamente de lo que comemos; debemos mirar más allá de lo que “visiblemente” tenemos a nuestro alrededor. Los productos que nos aplicamos en el cuerpo deberían ser igual de beneficiosos o en otras palabras deberían ser “no dañinos” para nuestro organismo, tal como lo es un alimento real y denso en nutrientes. ¿Qué significa esto? Que, si no somos capaces de ingerir un producto por los ingredientes que tiene, tampoco deberíamos ser capaces de aplicarlo en nuestro cuerpo. Seguramente te parecerá gracioso, pero si lo analizas detalladamente ¡hace mucho sentido!

El dióxido de titanio no es nada más que un relleno innecesario y sin valor nutritivo en los alimentos, se utiliza para blanquear algunos productos, como la pintura, los bloqueadores solares y los productos alimenticios. Aunque es un compuesto inorgánico, genera un riesgo significativo cuando se inhala, se ingiere o se absorbe.

Cada año se producen millones de toneladas de dióxido de titanio. Según algunas fuentes, este compuesto repele la luz ultravioleta (UV). Este es el motivo por el que se agrega comúnmente a los bloqueadores solares. De hecho, esta ha sido sólo una de las múltiples razones por las que recomendamos la exposición directa al sol, sin cremas ni protectores solares… ¡El sol necesita tocar tu piel!

Por otro lado, la mayor parte de este compuesto también se utiliza para darle color a la pintura, también se agrega a los medicamentos farmacéuticos, la pasta de dientes, el papel y los alimentos.

El uso tópico ha causado reacciones alérgicas, algunas de las cuales podrían ser graves. Sin embargo, aunque algunas reacciones todavía están bajo investigación, otras investigaciones han demostrado que la exposición al dióxido de titanio puede aumentar el crecimiento de tumores precancerosos.

La Agencia Internacional para la investigación del Cáncer clasifica al dióxido de titanio como posiblemente cancerígeno en los seres humanos cuando es inhalado en forma de polvo. Además, Las nanopartículas del dióxido de titanio también están relacionadas con una respuesta inflamatoria en el cuerpo y con daño genético en los ratones. Múltiples estudios realizados en animales demostraron una mayor tasa de cáncer de pulmón debido a la inhalación de dióxido de titanio, ya que las partículas no se eliminan fácilmente del tejido pulmonar. Estudios recientes también han demostrado que produce especies reactivas de oxígeno y daño oxidativo en el ADN. En esta forma, incita la autofagia o muerte celular a través de la degradación del contenido celular.

Por su lado, Francia, también preocupada por el efecto del dióxido de titanio en su población, ordenó una revisión del compuesto como aditivo alimenticio después de que un estudio demostrara efectos negativos en la salud en un modelo animal. El estudio demostró que a través de la exposición oral, atravesó la pared intestinal y pudo llegar a otras partes del cuerpo. Los investigadores notaron trastornos en el sistema inmune que se relacionaron con las nanopartículas del dióxido de titanio, las cuales provocaron el desarrollo de lesiones preneoplásicas en el colon del 40 % de los animales que participaron en el estudio.

Aunque el estudio sí demostró que el aditivo desempeña un rol en el desarrollo de las primeras etapas de cáncer colorrectal en modelos animales, los investigadores no pudieron aplicar las conclusiones en los seres humanos. El dióxido de titanio se dispersó en otras partes del cuerpo del animal, como el hígado, y también demostró afectar al sistema inmunológico. Dicha exposición es muy preocupante en los niños, ya que es un aditivo común en dulces y chocolates

Aunque esta nueva información es preocupante, el dióxido de titanio se ha vinculado a la enfermedad del intestino permeable y a la enfermedad intestinal inflamatoria, las cuales tienen cierta relación con otros problemas de salud. Parece que mientras que el compuesto en sí es inerte, puede transportar la endotoxina creada por las bacterias al intestino, a través de la pared intestinal.

Las nanopartículas de dióxido de titanio se utilizan indiscriminadamente en los alimentos procesados, por lo que la mejor manera de evitar la exposición es comiendo alimentos reales. Por otro lado, considere analizar también las etiquetas de los productos corporales como pastas de dientes, cremas o maquillaje.

 

 

Referencia:

Mercola, J. 2024. Evite consumir alimentos y suplementos que contengan este aditivo. https://tomecontroldesusalud.com/